martes, 4 de octubre de 2011

La Alboreá

Apuntes sobre los palos del flamenco y su referencia a Sevilla.

Las alroreas o alboreá es un palo o cante flamenco. Su nombre proviene de las coplas denominadas alboradas cuya denominación hace referencia al albor que es la primera luz del amanecer. Tiene origen castellano.

Se suele distinguir por algún autor entre la alboreá de los gitanos de la baja Andalucia (Sevilla y Cádiz) que se considera la verdadera y auténtica alboreá flamenca, de la alboreá que se canta en algunos otros puntos andaluces, como Córdoba, Granada y Jaén, incluso en la propia Extremadura.


Este pañuelito blanco

que amanece sin señal,

antes que alboree el día

con flores se ha de coronar.


En un verde prado

tendí mi pañuelo;

nacieron tres rosas

como tres luceros.


Se supone que la alboreá como estilo de cante aparece con las primeras manifestaciones del flamenco, a mediados del siglo XIX. En esa época el pueblo gitano aflamencó los cantes que se realizaban en las bodas, interpretándolos sobre el compás de una soleá ligera o de una soleá por bulerías. Molina y Mairena opinan que "numerosos cantes flamencos, desde la caña hasta la soleá, el romance y las bulerias, manifiestan íntimo parentesco con ella", refiriéndose a la alboreá flamenca que se canta en Sevilla y Cádiz y sus respectivas provincias, no considerando del mismo rango a la que se canta en el resto de Andalucía. La alboreá ha sido un cante cuyo ámbito de expresión siempre quedó circunscrito al círculo íntimo de la familia gitana. No obstante, y a pesar de que la exteriorización de este cante siempre ha sido juzgada por los gitanos como una profanación, la alboreá se encuentra grabada por cantaores gitanos en antologías flamencas y cantada en tablaos y festivales, aunque, eso sí, de forma limitada, debido a la creencia en la raza calé de que cantarla fuera del ámbito gitano traía mala suerte. Consecuencia de todo ello fue que la nómina de cantaores por este palo siempre ha sido corta y así podemos citar a Agujetas el Viejo, Joselero, Rafael Romero y pocos más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario